Estambre y Bastilla, cestero él, exploradora ella, están en mitad de la nada. Un árbol, un camino, sus cestos, su memoria, su pensamiento y emociones es lo único que los rodea y acompaña en un viaje en el que no se desplazan físicamente, pero que les hará encontrar a quien entregar su tesoro. Esta metáfora búsqueda-tesoro nos sirve como excusa para hacernos preguntas acerca de la tradición, de lo aprendido, de lo pasado: ¿aceptar, olvidar, valorar?
Pero tanto la anécdota de la función, como una lectura más profunda de ella, nos permite poner en valor nuestro cancionero que estimamos un tesoro por su calidad y diversidad.