‘Cancionero estoico’ es el segundo trabajo de Vermú y el primer álbum de larga duración, después de que publicaran su EP homónimo en 2018. Con este trabajo empezó a alumbrarse con claridad el sonido característico de la banda, que partiendo del pop/rock indie, incorpora muchos elementos del folclore manchego, mezclando así sintes con castañuelas y guitarras eléctricas con panderos.
Las nueve canciones de ‘Cancionero estoico’ nos hablan de amor y decepción (a la tierra, a la vida, a un recuerdo o a uno mismo), siempre con elementos costumbristas muy vinculados a la estepa manchega. El disco ha sido grabado en Estudio Uno bajo la producción de Carlos Hernández.