Cualquier acto relacionado con las artes vivas tiene un valor excepcional ya que es el arte que más se parece al ser humano por su efimeridad. Tiene un impacto sobre la sociedad directo ya que el hecho teatral, su ritual, conecta en lo más profundo de nuestra emoción como animales sociales haciendo crecer la empatía, sentimiento esencial para la creación y sustentación de una democracia saludable.

Partiendo de esta reflexión, la feria de las AAEE que se celebra en nuestra región con carácter nacional intenta aunar las últimas creaciones artísticas que captan el pulso del mundo que nos rodea, actuando como cronistas de la actualidad.

La feria es el escaparate donde todas las regiones tienen un encuentro para fomentar el intercambio cultural captando como sentimos y percibimos la realidad según nuestras raíces y cultura.

La feria es la mejor herramienta como vaso comunicante de las artes escénicas, nos enriquece como sociedad ya que de estas muestras saldrá lo que somos, donde nos encontramos y hacia donde nos dirigimos.

Por supuesto, tenemos que destacar la ventaja que supone para el sector una feria y el hecho de que profesionales de toda España vean los trabajos seleccionados, ya que agiliza la finalidad de cerrar una gira y la divulgación de las compañías siendo la feria un catalizador para gestores, distribuidores y productoras ya que la finalidad última es sustentar el mercado de las artes escénicas.

Serán 34 las funciones que nos llevan desde lo familiar a la juventud, la ciencia, la experiencia, lo comercial, lo popular y lo transgresor y atrevido, una programación multicolor para todos los gustos y públicos donde seguro los gestores podrán escogen en este amplio espectro de propuestas su programación para la temporada que viene.