Ella es Pequeña Azul , inquieta y bailarina , no para de trastear con sus pasos de baile, sus posturas y sus zapatos. Su baile amenco es Azul, arrebatado y simpático. Sus padres también son Azules, son esas proyecciones-manchas grandotas que vemos en pantalla, a los que quiere mucho, claro también son Azules. Todo es Azul en su entorno familiar, aunque tiene amig@s de todos los colores. Uno de sus mejores amigos, es su vecino de la casa de enfren- te, Él es Pequeño Amarillo, que baila amenco de color amarillo, su baile a ratos es suave y ondulado, otra veces se arrebata en la locura de las bulerías. Sus padres son esas proyecciones-manchas grandotas de color Amarillo, su entorno familiar es Amarillo.
Un día, desobedeciendo a su Mamá Mancha Grandota, Azul se va de su casa a buscar a su amigo Amarillo a la casa de al lado. ¡¡Qué aventura, que baile de nervios y alegrías amencas al encontrarse¡¡. De pronto, al abrazarse los dos se convierten en un nuevo color, en unos nuevos personajes, al mezclarse los dos se convierten en Verdes. Ahora los dos Verdes, juegan a bailar por aquí y por allá, se van al parque Verde, se meten en el túnel Negro, suben aquí bajan allá y vuelven con el nuevo color, con la nueva identidad Verde, a sus casas. Pero en casa de La familia Azul no reconocen al Verde que ahora entra por la puerta, aunque sea su hijo y en casa de La Familia Amarilla pasa lo mismo con su hijo, ahora Verde. Vienen los llantos de los Verdes, que se convierten en lágrimas de color Azul y Amarillo, las cuales devolverán a nuestros niñ@s a sus colores primarios Azul y Amarillo.