Cinco bufones aparecen en el escenario, donde evolucionarán en esa primera escena inicial y que sirve de presentación tanto de los personajes como del tono general del espectáculo. A partir de ahí se irán sucediendo los distintos entremeses enlazados con escenas, o no, pero siempre en una metateatralidad alegre y festiva (no exenta de drama), donde la acción, el ritmo y la sorpresa serán los elementos indispensables para mantener la atención del espectador, al que trasladará al mágico mundo del teatro del Siglo de Oro a través de sus propias vivencias y los textos y acciones de los cuatro entremeses.